¿Conoces cómo están tus finanzas personales?
Es muy probable que, si queremos saber sobre nuestro estado de salud, el paso obligado a seguir es ir al médico para que nos ordene un innumerable listado de exámenes de laboratorio que, sin lugar a duda determinaran como estamos y ayudaran al galeno de confianza a diagnosticar y recomendar algunas instrucciones que debemos cumplir en caso de encontrar algo fuera de lo normal.
Con las finanzas personales no es muy diferente, para este caso ese diagnóstico es completamente tangible y está representado con los bienes muebles e inmuebles, enseres, ahorros, inversiones y deudas que nos acompañan por el trayecto de nuestra vida.
La invitación es que hagas ya un alto en tu camino financiero y revises la salud de tus finanzas personales. Y es que este diagnóstico es importante hacerlo desde dos pilares fundamentales:
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¿DE CUÁNTO DINERO DISPONES PARA AHORRAR, INVERTIR Y GASTAR (FLUJO DE CAJA)?:
En esta primera parte de tu diagnóstico vas a incluir detalladamente la lista de todos tus ingresos, vas a definir también, el rubro de cuánto estás separando para ahorros e inversiones. De la misma manera vas a incluir el listado de todos los gastos que tienes en tu día a día, éstos están distribuidos en 3 grupos: gastos para cubrir las necesidades básicas, gastos qué tienen un fin variable (en este grupo incluye las deudas) y los gastos que usas para cubrir tus deseos.
Una vez tengas el Total para cada lista, debes hacer uso de la siguiente fórmula para determinar cuál es tu flujo de caja en el corto plazo:
Lo ideal del resultado esperado es que sea cero. Esto significaría que los ingresos qué tienes cubren perfectamente todos los rubros que demanda la salida de dinero de tus bolsillos.
Pero sí el resultado final no es cero, sino que corresponde a un número positivo, tienes una gran oportunidad para distribuir ese excedente a favor entre los rubros como ahorros e inversiones.
También podrías encontrar en el resultado sea negativo, es decir, que los ingresos que estás teniendo no son suficientes para cubrir tus ahorros, inversiones y gastos. En este caso, aplicar las siguientes salidas podría ser de gran ayuda:
Aumentar ingresos: si eres emprendedor o trabajador independiente, este camino no debería ser tan complejo para resolver, ya que probablemente has trabajado arduamente en algunas de las metodologías que puedes usar para aumentar ingresos y te han funcionado, entonces es hora de echar mano de ellas. Pero si, por el contrario, eres empleado y tu salario ya hace parte del limite superior en la asignación del cargo que desempeñas, es seguro que tendrás que revisar otras alternativas al interior de la compañía para la cual trabajas: cambiar de nivel de cargo, renegociar un incremento, hacer un esfuerzo en las ventas si dependes de comisiones, por ejemplo.
Otra alternativa para aumentar tus ingresos es que, te apoyes con tus hobbies o actividades adicionales que comercialmente te ayuden a incrementar ingresos: ventas, trabajos en horas extras, transcripción de trabajos, elaboración de manualidades, entre otros.
Disminuir gastos: muchas veces esta alternativa es una de las más complejas a seguir, y es que no es tan sencillo seguirla, o porque no queremos renunciar a nuestro estilo de vida o porque definitivamente no tenemos donde más bajar gastos.
Es acá donde debemos poner toda nuestra creatividad en práctica. Es hora entonces de revisar si estamos teniendo gastos que no están dentro de nuestras posibilidades sostener, o buscar salidas como trabajar arduamente para salir de deudas que no están generando valor y que por el contrario nos están quitando una suma importante de nuestros ingresos a un costo alto, eso sí pagamos dichas deudas con intereses.
Otro camino que puedes usar es renunciar a esos deseos que no estás en capacidad de cubrir y que son compras que permiten una gratificación inmediata, pero que nos roban la paz al momento de necesitar dicho dinero para cubrir el resto de nuestros gastos necesarios.
Ahorros – Inversiones: lo último que deberíamos hacer es modificar a la baja las cuantías que estamos llevando como ahorros e inversiones, recuerda que son precisamente éstas cifras las que nos darán esa tan anhelada libertad financiera y que van a generar la rentabilidad que pagará por nuestros gastos futuros. Por lo que te invito a que, no las toques a menos que definitivamente no tengas más opciones y esto sería porque no alcanzas a cubrir los gastos de tus necesidades básicas. Situación que ya sabes cómo abordar desde los ingresos o gastos.
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¿ESTAS CONSTRUYENDO O DESTRUYENDO RIQUEZA?:
La idea de hacer este diagnóstico es precisamente conocer si a la edad que tienes justo en este momento, las inversiones que estás haciendo si te están llevando a la construcción de riqueza o sí por el contrario, solamente estas haciendo el ejercicio de percibir ingresos para cubrir tus gastos y no más.
Y es que con el pasar de los años si sabiamente hemos llevado una porción de nuestros ingresos a ahorros e inversiones de bienes que generen dinero para nuestros bolsillos es muy seguro que, no vamos a requerir trabajar justo más allá de cierta edad e incluso no tendremos que estar anhelando que el sistema pensional cubra con una mesada el dinero que necesitamos para vivir nuestros años dorados.
En este caso, el diagnóstico lo vamos a hacer con la siguiente formula:
Donde,
Edad Actual: Número de años que tienes hoy.
Ingresos Año: Valor total de los ingresos que obtienes en un año, ya sea derivados del salario por nomina si eres empleado, o de los ingresos que te asignaste si eres emprendedor o autoempleado.
10: Corresponde a 10% del ingreso que estas llevando desde que empezaste a percibir ingresos y que van al ahorro para inversiones que van a generar dinero para ti.
Nivel de Riqueza: Valor total invertido que deberías tener a tu edad actual generando rentabilidad para ti.
Este resultado es el que vas a comparar con el valor que tienes en los bienes, ahorros e inversiones que obtuviste en el primer ejercicio propuesto. Recuerda, los bienes para el nivel de riqueza son los que te producen dinero. Es así como, si tienes una casa o apartamento propio donde vives, éste no genera dinero, por el contrario, te saca dinero porque tienes que cubrir los gastos de impuestos, seguros, reparación y mantenimiento. Igual pasa con un vehículo o moto, son bienes que sacan dinero de tus bolsillos, por lo tanto, no entran en el listado de inversiones.
Una vez tengas el cálculo de riqueza, vas a identificar si realmente vienes construyendo la riqueza que va a pagar por tus gastos futuros o, por el contrario, lo que vienes haciendo con los ingresos que recibes por tu trabajo los estás empleando en comprar cosas que sin lugar a duda generan un alto grado de placer en ti, pero no son productores de rentas a tú favor para cubrir las necesidades básicas que por siempre vas a tener.